Cómo valorar y gestionar tu tiempo limitado para ser feliz
Publicado por Álvaro Bueno
1 – ¿Por qué no valoramos el tiempo?
1.1 – No vas a vivir eternamente
2 – Cómo decidir a qué invertir tu tiempo
2.1 -Tener un fin en mente
2.2 – Busca tu definición de felicidad
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Desde hace unos años, tengo la sensación de que mucha gente vive en una especie de piloto automático en el que existe poco poder de decisión al escoger a qué destinar la atención y el tiempo.
Es muy fácil caer en la dinámica del día a día y, como consecuencia, dejar de plantearse si estás viviendo la vida que te gustaría.
Muchas veces no tenemos la capacidad de ver más allá de nuestras rutinas o tareas urgentes, lo que nos hace correr el riesgo de perder nuestro limitado tiempo en aspectos que no son importantes.
No plantearte cómo invertir tu tiempo supone no tener control sobre tu felicidad y satisfacción con la vida.
Así de simple.
¿Por qué no valoramos el tiempo?
Cada vez soy más consciente de la poca responsabilidad que solemos tener a la hora de elegir cómo invertir nuestro tiempo.
Y suena raro, pero no creo que esto sea consecuencia de nada externo a nosotros.
La causa real de este problema es que, directamente, nunca nos paramos a pensar en ello.
Es muy fácil caer en piloto automático y dejarte llevar por tus horarios, compromisos y, sobre todo, por sistemas de recompensas a corto plazo.
Digamos que si nunca nos paramos a pensar en qué queremos invertir el tiempo, es lo más lógico del mundo que terminemos dedicándolo a aquellas cosas que nos producen recompensas de manera inmediata como la televisión o las redes sociales.
Pero es que realmente, no somos conscientes del problema.
Se han hecho varios estudios preguntando a gente que había estado cerca de perder la vida cuáles eran sus mayores arrepentimientos.
¿Te imaginas cuál fue una de las respuestas más repetidas, no?
Uno de los arrepentimientos más frecuentes fue no haber dedicado el suficiente tiempo a las cosas importantes.
Pero… ¿Qué es lo importante?
Pues bien, esa es una pregunta para la que no tengo respuesta, ya que depende de cada persona.
El caso es que parece irónico que, aún siendo conscientes de lo que es importante para nosotros, no seamos capaces de hacer el esfuerzo de invertir tiempo en ello.
Como ves, es algo que no tiene sentido, nos creemos libres cuando no tenemos ningún tipo de poder de decisión, nos conformamos con vivir el día a día, sin plantearnos nada más allá de eso.
No vas a vivir eternamente, valora tu tiempo
Llegados a este punto, tiene que haber alguna explicación de por qué pararse a reflexionar y decidir en qué invertir el tiempo no es lo habitual.
Este problema, como prácticamente todo, no tiene una única causa, pero la mayor de ellas es que, inconscientemente, vivimos la vida como si el tiempo no fuera algo limitado.
Parece que tomamos decisiones y actuamos como si fuéramos a vivir eternamente. Y es que ser consciente de que algún día vas a morir puede llegar a ser muy duro.
Por tanto, voy a ser claro, creo que la mayor causa del problema es el temor a la muerte.
Para valorar el tiempo es necesario entenderlo como algo limitado, lo cual implica asumir que algún día ya no estarás aquí.
Es más fácil no pensar en ello, pero eso tiene unos costes que, irónicamente, pueden hacer que pierdas tu vida.
No sé si habrás escuchado alguna vez la frase “Memento Mori”. Es una frase latina que en español significa “Recuerda que morirás”.
Esta idea era repetida por los estoicos en la antigüedad para recordar lo valioso que es su tiempo. Incluso algunos de ellos tenían un calendario formado por multitud de celdas, cada una de las cuales representaba una semana de vida.
A medida que iban pasando las semanas, se iban tachando las celdas. De esta manera, podían ver de un vistazo el porcentaje de su tiempo que ya habían consumido en comparación con la esperanza de vida del momento.
Llegados a este punto, al menos hemos llegado a la conclusión de que dejarte llevar por el día a día es asumir que no tienes ningún tipo de control ni decisión sobre el rumbo de tu vida y que, además, es bastante probable que esté malgastando el tiempo en cosas sin relevancia.
Por tanto, parece necesario pararse a pensar en cómo y a qué queremos dedicar nuestro tiempo.
Y aquí de repente se abre un mundo de dudas y posibilidades.
Cómo decidir en qué invertir tu tiempo
La vida no es perfecta y todos cargamos con una serie de obligaciones y responsabilidades.
La pregunta de cómo gestionar mi tiempo también es algo que ha generado en mí mucha inquietud y bueno, en este caso parecía que la mejor idea era invertir tiempo en aprender a cómo gestionarlo.
Creo que la mejor forma de atacar este tipo de inquietudes es leer las ideas y reflexiones de personas que han tenido los mismos dilemas que tú.
Lo cierto es que gracias a todo el tiempo que he destinado en este aspecto, he interiorizado una serie de ideas que me han cambiado la vida.
Como ya te he dicho antes, este es un tema muy amplio y se puede estudiar desde perspectivas muy diferentes.
En este artículo quiero hablarte sobre algunas de ellas. Sin embargo, estoy seguro de que dedicaremos muchísimas más entradas en un futuro para hablar de esta gran pregunta.
Por cierto, voy a ir nombrando algunas referencias a libros a medida que vaya explicando mi punto de vista, te dejaré el link a todas estas referencias si te apetece profundizar más en cualquier aspecto.
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1. Tener un fin en mente al organizar y valorar el tiempo
De lo primero que te quiero hablar es de una idea que rescaté del libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” de Stephen Covey.
Uno de los siete hábitos de los que se habla en el libro es el de tener un fin en mente.
Debemos ser conscientes de cuál es el motivo por el que tomamos cualquier acción, es decir, deberíamos poder dar una explicación de por qué estamos haciendo lo que sea que estamos haciendo en un momento concreto.
No me malinterpretes, el hecho de que todo deba tener un fin, no significa que todo lo que hagas deba tener un objetivo productivo ni nada por el estilo.
Estar literalmente tirado en la cama sin hacer nada puede tener una intención y un fin positivo.
Podrías haber elegido estar tirado en la cama durante un rato porque estás muy cansado y necesitas un respiro, por tanto, has decidido de manera consciente invertir parte de tu tiempo así.
Sin embargo, esto es muy diferente a estar tirado en la cama por pura vaguería.
En el primer caso tienes un fin en mente que es descansar, además es una decisión que has tomado de forma objetiva y consciente, por otra parte, en el segundo caso, estás perdiendo el tiempo, no tienes ningún fin en mente y, además, no has tomado la decisión de invertir así tu tiempo de manera consciente.
Simplemente estás viviendo en piloto automático, has decidido no tener control sobre cómo inviertes tu tiempo.
La diferencia entre ocio y escapismo
El último libro que leí fue “La quietud es la clave” de Ryan Holiday y en él, el autor hace una reflexión sobre el tiempo libre que es perfecta para explicar lo que intento transmitir.
En el libro se explica cuál es la diferencia entre el ocio y el escapismo. La respuesta que se da es que la distinción reside en la intención.
El ocio tiene una intención implícita que podría ser desconectar, pasar tiempo con seres queridos o, alomejor, pasarlo bien un rato disfrutando de tu hobbie, por otra parte, el escapismo no tiene una intención clara que vaya más allá de evitar responsabilidades.
Por tanto, como ves, una misma acción podría ser una correcta inversión del tiempo o no.
2. Busca tu definición de felicidad y gestiona tu tiempo en consecuencia
Como ya te he explicado, cada acción que tomes debe estar justificada por un fin en mente, sin embargo, podríamos decir que, a nivel general, todo el mundo suele tener un mismo objetivo, la felicidad.
Parece lógico pensar que nuestro tiempo debería satisfacer esa necesidad.
Pero… antes de ponernos a reflexionar sobre cómo gestionar el tiempo para lograr dicho objetivo, debemos definir qué es exactamente la felicidad.
Y aquí se complican bastante las cosas.
Es muy difícil definir este concepto y, sin embargo, todo el mundo parece ser consciente de cuándo es más o menos feliz.
Este también es un tema que me lleva comiendo la cabeza bastante tiempo, lo siento soy así de friki. Además, tengo pensado dedicarle más artículos a este tema más adelante.
Sin embargo, te adelantaré que, hasta el momento, la definición que más concuerda conmigo es la siguiente.
Para mí, la felicidad es el conjunto de momentos en los que te lo pasas bien y disfrutas, como por ejemplo hacer el deporte que te gusta, llevarte a la boca un plato de tu comida favorita o salir a tomar algo con tus amigos, pero también, una gran parte de la felicidad proviene de un sentimiento de satisfacción y orgullo contigo mismo.
Creo que para ser feliz, es incluso más importante sentirte orgulloso de tus acciones o de la persona que eres, que el conjunto de momentos de disfrute hedónico.
Pero… ¿por qué te estoy contando todo esto?
Como ya te he comentado antes, a qué destinas tu tiempo debería concordar con tus objetivos, por tanto, tu tiempo debería ser destinado a aquello que te haga feliz.
Las 3 categorías en las que invertir tu tiempo
Teniendo en cuenta la definición que te he dado de felicidad, podemos sacar la conclusión de que, a nivel general, tu tiempo debería ir siempre destinado a acciones que se encuentren dentro de 3 categorías.
- La primera categoría es dedicar tiempo a acciones que te hagan sentirte orgulloso de tí mismo y satisfecho con tu identidad.
- La segunda categoría es dedicar tiempo a cosas que te hagan disfrutar.
- Y por último, la tercera categoría sería dedicar tiempo a cosas que te vayan a permitir disfrutar o sentirte orgulloso de tí mismo en un futuro.
Ten en cuenta que una misma acción podría estar en varias categorías a la vez. Si encuentras alguna actividad de este tipo puedes sentirte muy afortunado de poder haberla identificado.
En mi caso en particular, leer supone para mí una fuente de satisfacción conmigo mismo al invertir tiempo en mi propio desarrollo personal y en seguir aprendiendo, me produce mucha satisfacción haber construido esa faceta de mi identidad. Por otra parte, la mayoría del tiempo que leo disfruto descubriendo nuevos conceptos y reflexionando acerca de ellos.
Otro buen ejemplo de alguna acción que se encuentre en varias categorías a la vez podría ser una profesión con vocación.
Para la persona que esté en ese lugar, ir a trabajar supondrá una satisfacción personal, es posible que disfrute de su trabajo y, por último, gracias a la remuneración económica que obtiene del mismo, tendrá la oportunidad de invertir ese dinero en alguna experiencia que le haga disfrutar más en el futuro.
Y con esto ya terminamos.
Resumen de las ideas principales del artículo
Soy consciente de que el contenido de este episodio puede llegar a ser algo cargante, por eso voy a intentar hacer un pequeño resumen con las principales ideas que he intentado transmitir.
- En primer lugar, creo que mucha gente cae en el error de vivir en piloto automático y no decide de manera consciente y objetiva a qué quiere dedicar su tiempo.
- En segundo lugar, creo que uno de los mayores motivos de esa carencia de reflexión a la hora de decidir cómo invertir tu tiempo es el miedo a darse cuenta de que el tiempo es limitado.
- En tercer lugar, creo que a la hora de tomar acción en cualquier ámbito de la vida debes tener un fin en mente.
- En cuarto lugar, la idea que, bajo mi punto de vista, mejor define la felicidad, es la combinación entre el conjunto de momentos de disfrute y un sentimiento de satisfacción contigo mismo.
- Y ya por último, en quinto lugar, creo que toda acción que tomes debería estar dentro de, al menos, una de las categorías de las que te he hablado al final del artículo.
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