Cómo interpretar los obstáculos para lograr tus metas
Publicado por Álvaro Bueno
1 – Cómo interpretas un obstáculo depende de tí
1.1 – Las emociones son el verdadero obstáculo
2 – ¿Cómo entender un obstáculo?
2.1 – Deberías alegrarte cada vez que surja un problema
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La percepción de los obstáculos y la forma de afrontar cada una de las situaciones vividas es diferente en cada persona.
Por ejemplo, estoy seguro de que durante tus años de estudiante, has visto cómo ante un mismo fracaso en alguna prueba o exámen hay estudiantes que responden con más esfuerzo y, por el contrario, los hay que simplemente se dejan arrastrar por el sentimiento de frustración.
Pues bien, esto de lo que acabamos de hablar es uno de los aspectos más determinantes para cumplir tus objetivos y, en definitiva, ser feliz.
Cómo interpretas un obstáculo o problema depende de tí
Está claro que no podemos decidir lo que vivimos, existen muchísimos factores que nos afectan directamente que no dependen de nuestro control.
Sin embargo, si podemos trabajar nuestra percepción de lo que nos ocurre, podemos trabajar nuestra interpretación de lo que son realmente los obstáculos o los problemas.
Generalmente, se tiende a pensar que tenemos poco que hacer ante aquellas situaciones que nos producen sentimientos negativos.
Si pierdo el bus en la cara, es lógico que me enoje, si no consigo el objetivo por el que llevo trabajando duro tanto tiempo es lógico que me frustre.
Y además de todo eso, si han surgido en mí tales emociones, también es normal que guíen mi comportamiento ¿verdad?
Las emociones son el verdadero obstáculo
En el momento en el que no tratas de ver de manera objetiva lo que te ocurre y dejas que tus emociones guíen tus acciones, estarás aceptando que eres un esclavo de tus circunstancias.
Estarás aceptando que no tienes control sobre tu felicidad o bienestar, ya que simplemente dependes de lo que te ocurra y del sentimiento que te despierte.
No hay más.
En definitiva, creo que es bastante obvio que mantener esa forma de pensar es bastante limitante.
Pero entonces…
¿Por qué es tan habitual? ¿Por qué caemos en ella a veces sin darnos cuenta?
Pues bien, creo que esto se debe a que es el camino fácil.
Actuar en base a las emociones es lo sencillo
Actuar guiado por lo que sientes en cada momento implica quitarse toda la responsabilidad de encima.
Si consideras que algo no depende de tí, se entiende que no tienes ningún tipo de responsabilidad.
Sin embargo, si asumes que puedes actuar y cambiar la situación, en ese momento estás dejando la puerta abierta al sentimiento de irresponsabilidad si no actúas.
Digamos que es mucho más fácil decir “No soy responsable”, ya que decir “Soy responsable”, implica el riesgo de ser “Irresponsable”.
Volviendo al tema, creo que está bastante claro que no podemos elegir las cosas que nos ocurren, sin embargo, sí creo que podemos controlar cómo las interpretamos.
Si nuestra vida está en función de nuestras condiciones, esto se debe a que por nuestra propia decisión consciente o por omisión, hemos elegido otorgar a cosas externas el poder de controlarnos.
El problema de todo es que tomar nosotros ese control requiere de mucha proactividad y esfuerzo, además, según que situaciones puede llegar a ser realmente complicado.
Y es en este punto cuando vamos a empezar a reflexionar acerca de los obstáculos.
¿Cómo interpretar un obstáculo?
Cualquier problema u obstáculo es una circunstancia externa que tienes el poder de interpretar.
Por tanto, deberías empezar a trabajar tu capacidad para afrontar lo mejor posible estas situaciones cuanto antes.
Hace ya bastante tiempo que leí uno de los libros que, sin ninguna duda, más impacto ha tenido en mi manera de pensar y de ver las cosas.
El libro se titula “El obstáculo es el camino” y el autor es Ryan Holiday.
Durante la lectura, el autor parte de la idea sobre la que acabamos de reflexionar para dar una visión sobre cómo interpretar realmente este tipo de situaciones.
Para la mayoría de personas un obstáculo no sería algo deseable, sin embargo, la mejora y el progreso suceden justamente en esas circunstancias.
Aquí se genera un cambio de paradigma total.
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Deberías alegrarte cada vez que se presente un obstáculo
Los obstáculos son oportunidades de mejora, por lo tanto cada vez que te encuentres en esta situación, incluso, deberías estar agradecido por poder progresar en el ámbito en el que haya ocurrido.
Además también tendrás la oportunidad de trabajar un poco más tu capacidad de gestión emocional ante la adversidad.
Puede que de primeras te haya resonado un poco idílico todo lo que te acabo de decir, y la verdad es que lo último que pretendo es transmitir que se trata de algo fácil.
Construir esta capacidad requiere de mucho tiempo y esfuerzo, es más, creo que nunca se llega a desarrollar esa capacidad completamente, siempre hay margen de mejora.
La clave está en entrenarte con los pequeños contratiempos del día a día.
Por cada pequeña desgracia que te ocurra, intenta pararte un momento y agradece tener una ocasión para no dejar que te afecten las emociones negativas que surgen a partir de ahí.
Si consigues trabajar tu mentalidad contra los pequeños obstáculos, ten por seguro que estarás más preparado para cuando lleguen situaciones peores.
En relación a esto, según Ryan Holiday, el autor del libro del que te he hablado antes, considera que la potencial mejora que puedes obtener depende directamente de la magnitud del obstáculo.
Es decir, cuanto peor sea una situación para tí, más te costará enfrentarlo, pero también será mayor el progreso que obtendrás.
Sufrimos más de la cuenta cuando surgen problemas
Cuando ocurre algo que interpretamos como negativo, tendemos a plantearnos y a pensar continuamente cómo serían las cosas de no haber ocurrido ese acontecimiento, sin embargo, nunca nos planteamos cómo sería todo sin todas las cosas buenas y positivas que tienes.
Hay un desequilibrio enorme en este aspecto y solamente si eres consciente de ello tienes la capacidad de cambiarlo.
Por otra parte, también solemos establecer una relación entre lo mucho que te importa algo y el tiempo que tardarás en superar su pérdida.
Tendemos a pensar que si eres capaz de superar rápido la pérdida de algo valioso para tí, esto quiere decir que realmente no era tan importante.
Por ejemplo, si una persona es capaz de afrontar realmente bien una ruptura con su pareja o el fallecimiento de un ser querido, parece como si esas relaciones no fueran tan importantes como parecían.
Esto es realmente negativo y perjudicial, pues creo que hay veces que llegamos al punto en el que nos sentimos obligados a tener que pasarlo mal si considerábamos que la pérdida que estamos afrontando era muy importante para nosotros.
Es posible que inconscientemente nos auto limitemos a la hora de superar cualquier obstáculo o desgracia, simplemente por ideas previas que hemos adoptado.
Con esta última reflexión ya terminamos.
Hasta ahora hemos reflexionado simplemente sobre qué son exáctamente los obstáculos, y cómo pueden llegar a ser interpretados de maneras muy diferentes, sin embargo, no hemos hablado sobre ninguna estrategia práctica a través de la cuál podamos construir esa capacidad de superación a lo largo del tiempo.
Y es que todo eso lo dejaremos para el siguiente artículo.
Resumen de las ideas principales del artículo
- En primer lugar, la realidad y, por tanto, los obstáculos son percibidos de manera diferente por cada persona, como consecuencia, deberíamos trabajar en nuestra interpretación de los mismos.
- En segundo lugar, los obstáculos y problemas son en realidad oportunidades de mejora, el progreso nace de la dificultad.
- En tercer lugar, deberíamos trabajar nuestra gestión emocional a partir de los obstáculos menores del día a día.
- Y ya por último, siempre nos planteamos cómo sería todo si no hubiera ocurrido un imprevisto negativo, sin embargo, nunca nos planteamos cómo serían las cosas sin todos los aspectos positivos que poseemos, por otra parte, también tenemos la creencia de que si perdemos algo importante para nosotros, debemos pasar sí o sí un periodo prolongado de tiempo llenos de tristeza. Lo cual no tiene ningún sentido.
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